Cómo
duele vivir con tu ausencia vida mía
saber
que estás muy cerca y no tenerte
soñar
con tus abrazos, con tu risa,
en
el dolor inmenso de no verte.
Casi
un año ya dura este vacío
que
dejaste en mi vida, tierra yerta,
que
floreciera mientras la regaste
con
tu inmensa ternura de agua fresca.
Tu
elegiste seguir otro camino,
ese
de joven y fecunda tierra
quizá
buscando recoger más frutos
que
el que pudiera dar mi arcilla seca.
No
te culpo ni culpo al destino
no
era el momento de que floreciera
Él
simplemente te puso en mi vida
para
animarme con una promesa
de
que algún día tu estarías conmigo
para
seguir hasta el final la senda.
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